Los frutos secos
De acuerdo con un estudio reciente de Harvard, una porción de frutos secos diaria (aproximadamente un puñado) puede ayudar a prevenir las muertes a causa de enfermedades cardiacas y el cáncer. «Las personas que consumieron una porción de frutos secos cinco veces a la semana o más presentaron una reducción de un 11% en las muertes ocasionadas por el cáncer», dijo Ying Bao, epidemiólogo a cargo del estudio.
Los frijoles y las lentejas
Los frijoles y las lentejas tienen una gran cantidad de fibra, antioxidantes, fitoquímicos y folato, los cuales protegen las células del colon mientras que estimulan la función de este órgano. La soja, particularmente, contiene genisteína, un compuesto poderoso que se encuentra bajo investigación científica ya que puede utilizarse para tratar el cáncer de la próstata, del pulmón y el colorrectal.
El té y el café
Los ingredientes del té y del café pueden protegerte de una variedad de tipos de cáncer. Los antioxidantes del café son específicamente efectivos contra del cáncer endometrial. Y el té verde parece ser muy efectivo para prevenir el cáncer de la próstata. Pero asegúrate de dejarlo enfriar unos minutos antes de tomarlo: Las bebidas muy calientes pueden aumentar el riesgo de desarrollar cáncer en el esófago.
El curry
Estudios de laboratorio han encontrado que la curcumina —el ingrediente principal de la especia conocida como la cúrcuma y que le da el color amarillento y el sabor distintivo al curry— puede ayudar a proteger las células saludables y a disminuir el crecimiento de las células malignas. Existe evidencia de que la curcumina puede ayudar a prevenir el desarrollo de tumores cerebrales.
Los tomates
El contenido abundante del antioxidante licopeno en los tomates puede ayudar a combatir el cáncer, pues detiene la reproducción de células cancerosas y hasta las destruye, entre otras cosas. A pesar de que el tomate es muy nutritivo en todas sus formas, el cuerpo puede asimilar mejor el licopeno de los productos cocidos como la salsa de tomate.
El ajo y las cebollas
Los compuestos que le dan el sabor tan fuerte al ajo y a la cebolla pueden neutralizar las sustancias carcinógenas y acelerar la recuperación del ADN que se ha dañado. Al igual que muchos otros alimentos que ayudan a combatir el cáncer, el ajo tiene mayor efectividad contra el cáncer del tracto digestivo, como lo son el cáncer en el esófago y el del colon.
La leche
El calcio de los productos lácteos puede neutralizar los posibles carcinógenos, en especial aquellos que se encuentran en las carnes procesadas. No todos los estudios concuerdan en que la leche reduce el riesgo de padecer cáncer. Pero informes recientes muestran que aquellos que beben leche tienen menos probabilidades de ser obesos. También hay evidencia de que mantener un peso saludable puede prevenir el cáncer.